Las nuevas formas de autenticación marcarán el futuro de la identidad digital, con la privacidad como piedra angular.
Canadá, una potencia mundial ¿también en la lucha contra el fraude?

Somos conscientes del problema actual que entraña el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. A lo largo de los últimos años hemos comprobado cómo las entidades financieras han aumentado el control de la información que tienen sobre nosotros y realizan un seguimiento mucho más exhaustivo y contante de nuestras operaciones para reforzar las medidas contra la financiación de la corrupción. Pero existe un caso excepcional y es el de Canadá, que pese a ser uno de los países integrantes del G7, ocupa el puesto 44 en el índice mundial Basel AML.
Tanto es así, que el reciente artículo “Desenmascarado a los fundadores anónimos de empresas canadienses” publicado por la organización Transparencia Internacional hace referencia a las lagunas en materia de regulación de este país, en el que existe un vacío legal sobre la correcta identificación e información de los propietarios de empresas, comparando este trámite de manera irónica con los necesarios para obtener carnés de biblioteca.
El problema surge ya desde el inicio, en el momento en que no existe una identificación real de los accionistas que constituyen empresas y la información que se solicita como obligatoria es cuanto menos irrisoria. Lo mismo pasa con los fideicomisos (Trust)1, los propietarios no están obligados a registrar a los beneficiarios, ni las actuaciones por cuenta de un tercero ni tampoco a especificar quien es ese tercero. De manera que como lo que no está registrado no existe… se calcula que existen miles de Trusts y que se podrían estar evadiendo impuestos por valor de miles de millones de dólares.
Otro de los resquicios más utilizados para el lavado de dinero es a través de los bienes raíces2. El precio de estos inmuebles en Vancouver y Toronto es desmesurado, muy por encima de los precios de mercado. Es más, FINTRAC3 encontró deficiencias sospechosas en 468 empresas relacionadas con bienes inmuebles en las que se podían haber utilizado empresas pantalla o ficticias y tras investigar las 100 propiedades más caras en esta zona, se comprobó que en 49 de ellas figuraban datos de dudosa transparencia.
En el informe de evaluación del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo publicado en septiembre de 2016 se señala que:
Las compañías canadienses aprovechan los frecuentemente manipulados acuerdos de participación de los accionistas como salvoconducto para evadir las políticas de blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, obstaculizando la aplicación y el cumplimiento de las leyes.
Las autoridades competentes y los servicios policiales se ven atados de pies y manos debido a la falta de información y a la cuestionable integridad de ésta, y sólo han identificado correctamente a beneficiarios o accionistas reales en contadas ocasiones.
El informe concluye recomendando que, si el punto débil de todos estos métodos es el mismo, las medidas correctoras deben pasar por realizar o fortalecer el proceso de identificación de los socios o beneficiario de las transacciones, y además exigir que esta identificación sea precisa y minuciosa.
Los vacíos normativos en este aspecto son muy preocupantes y aunque la mayoría de los países ya han reforzado sus políticas de lucha anti-fraude, una identificación adecuada es el principio básico e ineludible que todos los países deberían adoptar para acabar con las actividades delictivas.
Fuente: Trulioo Blog
1 Contratos en los que una o varias personas transmiten bienes, dinero o derechos, a otra persona para que ésta administre o invierta los bienes en beneficio propio o de un tercero
2 Sociedades de inversión que dueñas de activos inmobiliarios
3 Órgano para la detección, prevención y disuasión del lavado de dinero y la financiación de actividades terroristas
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